En una
demostración del compromiso asumido con los niños en situación de riesgo, la
Fundación "Casa Hogar Al Fin"
cumplió su octavo aniversario, prestando atención, cobijo y formación a
los niños y adolescentes en el estado Vargas.
Desde
su creación, la Fundación ha atendido a 150 niños varones que han sido
abandonados por sus progenitores y que, en consecuencia, han estado en
situación de riesgo. "Ha sido una
tarea ardua, porque estamos tratando con el futuro de estos niños y jóvenes. Es
por eso que nuestro empeño es tratar de darles un hogar real, un espacio que
puedan sentir como su propia casa, incluyendo el calor humano que necesitan. Es
por eso que nos llamamos casa hogar y nos hemos convertido en una gran
familia", afirmó Reina González, directora de la Fundación.
La
Fundación "Casa Hogar al Fin"
es una iniciativa financiada por la Industria
Procesadora de Cereales (Inproceca), empresa que elabora la marca de avenas
Avelina. Es el producto del decisión
de su presidente, Mauro Libi Crestani,
con un trabajo que se inició hace más de 20 años prestando ayuda a jóvenes que
habían sido abandonados. "En la Fundación los niños tienen atención médica
privada, educación formal a través de alianzas con escuelas de la zona, la
dotación adecuada para su sostenimiento, e incluso, áreas de esparcimiento y
opciones de enseñanza complementaria como natación, música y computación, con
miras a alcanzar la formación de jóvenes integrales" agregó la vocero de
la organización.
Uno de
los elementos diferenciadores de esta Fundación, es el trato dispuesto para los
que consideran "Niños Grandes",
es decir aquellos adolescentes que, por distintas circunstancias no pudieron
ser reinsertados en hogares y alcanzaron la mayoría de edad en la organización. "De acuerdo con la legislación,
organizaciones como la nuestra solo están dispuestas para atender a los niños
hasta la mayoría de edad, pues se considera que luego de eso pueden ser
independientes; sin embargo, todos sabemos que la realidad es distinta y,
aunque tengan trabajo o decidan estudiar en la universidad, aún necesitan apoyo
para completar su formación y alcanzar su independencia", agregó
González.
Es por
esto que, en la actualidad, la Fundación destinó un nuevo espacio para estos
jóvenes, donde pueden contar con un hogar mientras continúan su desarrollo.
Esto se logra gracias a que parte de los valores que se inculcan es el esfuerzo
y la necesidad de continuar formándose para ser profesionales. Hoy, la Fundación Casa Hogar al Fin tiene 4
jóvenes en esta situación, dos de los cuales están empleados y continúan
estudios en paralelo, mientras que los otros dos cursan estudios
universitarios.
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