Por Mauro
Libi. En todo inicio se cometen errores, las llamamos novatadas y
hasta cierto punto son normales. No obstante, cuando se inicia un negocio lo
mejor es informarse sobre todos los detalles que envuelve la actividad en que
queremos incursionar, de tal forma que podamos evitar perder capital y tiempo.
Obviamente hay que estar claro que sí estamos seguros que deseamos ser
empresarios, entonces hay que estar preparado para intentar y
posiblemente fracasar, tomar riesgos y aprender de la experiencia ajena.
Una de las
lecciones que aprendí cuando empecé a trabajar con mi padre es que el jefe no
lo puede ser todo. hay que aprender a delegar algunas tareas, pero no
delegar unas responsabilidades que son vitales. Algunas veces, cuando un
negocio empieza agarrar forma, los empresarios comienzan a contratar
personal que lleve a cabo labores más específicas. Pero debes tener siempre
presente que se delegan funciones, pero nunca responsabilidades. Siempre debe
tenerse en cuenta que la empresa es tu patrimonio y debes cuidar todos los
movimientos que se hacen en las altas esferas.
Otro
aspecto que hay que tomar en cuenta cuando se inicia un negocio es la necesidad
que hay de administrarse bien en el período inicial de tu empresa. Por lo
general los nuevos emprendedores tienden a justificar grandes gastos con la
excusa de imagen frente al cliente o incentivo para los empleados. La realidad
es que debes manejarte con el menor presupuesto posible, y los límites son las
realidades económicas de cada quien.
Otro
aspecto que debe tenerse en cuenta es el manejo de las utilidades y los
créditos. Si el negocio tiene muchas ventas no es garantía de que vayas a
tener buenas utilidades. Los negocios que tienen utilidades altes es cuando las
ventas superen los créditos otorgados a los clientes. La multiplicación del
valor de tus activos por el costo del dinero invertido te dará una idea exacta
sobre la razonabilidad de las utilidades que se pueden lograr en las empresas.
Otro error
que cometen los novatos es que los empresarios suelen mezclar sus gastos
personales con los de la empresa. De esta forma, aunque la compañía genere
utilidades, éstas no alcanzarían para cubrir los gastos personales del dueño.
Además, a nivel fiscal esta práctica podría traerte serios problemas legales,
lo recomendable es mantener un control estricto de la chequera.
Los nuevos
emprendedores deben hacer un esfuerzo para conocer su mercado y la competencia.
Los negocios son una guerra, y debes explotar las debilidades de tus rivales.
Sin embargo, recuerda que hay un sólo campo de batalla y es el mercado. Para
posicionarte bien debes mantenerte al nivel de tu competencia y tratar de
ofrecer productos de mayor calidad y menor precio.
Mi padre
me decía que camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Al principio no
sabía las consecuencias de esa frase popular, pero con el tiempo se aprende que
aunque la empresa está posicionada es importante que no quedarse dormido.
Vivimos en un mundo de avances tecnológicos, y es muy importante que te
mantengas al tanto de las nuevas tendencias. Conocer a tu competencia es sólo
parte del proceso, tú debes crear un departamento de investigación lo
suficientemente capacitado para desarrollar nuevas ideas para tus productos /
servicios.
Los nuevos
empresarios deben entender que los clientes van y vienen, no son fieles por
naturaleza, por ello se requiere desarrollar un servicio de atención al
cliente eficiente; una mala voz de una operadora o un artículo defectuoso que
no sea reemplazado a un cliente puede tirar por la borda todo el dinero que
hayas invertido en publicidad.
Lo
importante es tener claro que los empresarios deben ser dinámicos, despiertos,
sagaces e inteligentes. Si estás buscando poner en marcha un negocio, hazlo con
los ojos abiertos, y con toda la pasión, y aunque nadie dijo que es fácil, ser
empresario significa estar frente a una enorme variedad de posibilidades que se
pueden aprovechar al máximo.