Por Mauro
Libi Crestani. El que una organización —empresa o emprendimiento— se
haga del mejor personal requiere de un excelente departamento de recursos
humanos que detecte, capte y mantenga a un buen staff de trabajadores consigo.
De la
importancia de tal trabajo hay total conciencia hoy en día, pero no siempre fue
así.
Dentro del
organigrama de todo negocio o emprendimiento, el área de recursos humanos
ostenta en la actualidad un área privilegiada.
Pero si
nos remitimos a la historia universal, veremos que durante la Revolución Industrial
cuando aparecen en escena las grandes empresas y empresarios, cuyo objetivo
fundamental era la producción en grandes cantidades, los trabajadores solamente
eran tenidos como “mano de obra” y, por tanto, su selección y reclutamiento no
eran vistos como algo de importancia. Eran impensables las áreas de recursos
humanos en ese entonces.
Es con el
correr de los años y cuando la especialización entra en escena que surge la
necesidad de un área también especializada en la contratación de los mejores trabajadores,
aquellos que respondieran a los nuevos requerimientos.
Para fines
del siglo XX, en sus últimas décadas, hablamos de los años ’60 y ’70, es cuando
los recursos humanos comienzan a hacerse indispensables. Un imperativo ante el
crecimiento empresarial y las obligaciones que las leyes imponen en materia
laboral.
Igualmente
la tecnología hace sus exigencias profesionales y la selección y reclutamiento
de personal deben ser más rigurosos. Durante este tiempo, los recursos humanos
se centran en la contratación, la remuneración y atención de
trabajadores.
Ya en este
siglo XXI, los recursos humanos se han convertido en área fundamental que,
además de las tareas anteriormente señaladas, tienen como objetivo captar a los
mejores para la empresa o emprendimiento.
El área de
recursos humanos se ocupa, además, de velar por la motivación laboral,
establecer políticas de incentivos, evitar los conflictos y garantizar una
excelente relación empresa-trabajador.
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