Por Mauro
Libi Crestani. Disponer de un dinero extra y querer multiplicarlo es
el deseo de muchos, por lo que depositarlo en un banco deja de ser la opción
dadas la bajas tasas de interés que ofrecen que muchas veces ni siquiera cubre
la pérdida del valor del dinero que como consecuencia de la inflación es común
en estos días.
Así que
invertir en un negocio es una opción interesante que, hay que decirlo, no deja
de tener riesgos.
El
asunto es que si se hace con la debida previsión puede ser una manera muy buena
de duplicar el dinero.
En
primer lugar hay que hacer algunas averiguaciones destinadas a conocer en
detalle la actividad económica del negocio en el que se va a invertir.
Igualmente es fundamental saber quién está al frente de la empresa o
emprendimiento, conocer su reputación, si ha tenido éxito en su actividad, si
es una persona confiable.
También
es muy importante tener claridad de que el dinero que se quiere usar en
inversión está libre de compromisos, si está disponible absolutamente, si
pasado un tiempo no lo requerirá para cubrir sus gastos o pagar alguna deuda de
corto plazo que posea. ¿Está usted seguro de que no necesitará el dinero en
unos tres o cuatro años?
Debe
saber que cuando se espera una mayor rentabilidad, también existe un mayor
riesgo asociado.
Debe
estar seguro de que la información que le han suministrado es confiable,
retrata a la realidad financiera de la empresa y si está certificada por un
experto en la materia.
Algo
fundamental es no apresurarse a tomar una decisión si antes no está seguro de
todos los aspectos, si no posee toda la información y si no están claras de
cuál va a ser el nivel de su participación. Respecto a esto último, deben saber
si tendrá participación accionaria o sólo será un socio operativo.
Investigue
cómo se calculan las ganancias en el tipo de negocio en el cual tiene previsto
invertir.
Infórmese
sobre el concepto de ventas que manejan, los gastos operativos que tienen, los
gastos fijos, la cartera de clientes que posee, las cuentas por pagar y las
cuentas por cobrar, sepa si la empresa está debidamente asegurada, cómo es el
pago de utilidades y cada cuánto tiempo se produce.
Determine
con precisión el tipo de documento que respaldará su inversión: pagaré, letra
de cambio, garantía prendaria, u otro.
Deje
sentado por escrito cómo se produciría una eventual disolución de su
participación.
Finalmente,
asesórese con un experto en inversiones y por un abogado, no firme nada que no
haya sido revisado por este último. Exija que el acuerdo de socios contemple
todos los aspectos de la negociación, no deje nada por fuera, por más amigo y
años que la amistad tenga. Recuerde que “cuentas claras y el chocolate espeso”.
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