Indudablemente,
la nueva era de innovación en el campo de la tecnología, la cual avanza a
velocidad vertiginosa, está generando un nuevo tipo de hombre y, por
consiguiente, un nuevo tipo de trabajador.
Las
nuevas generaciones poseen hábitos diferentes acoplados al desarrollo
tecnológico que los hace absolutamente diferentes a los prototipos hasta ahora
conocidos. Por supuesto, que cada época involucra evolución, no lo negamos, así
siempre ha sido. Sólo que ahora los cambios operan a una velocidad antes
desconocida y dan origen a un hombre con características muy particulares.
Hay que
apuntar que no corresponde a ellos adaptarse al mundo, sino todo los contrario,
es el mundo el que tiene adaptarse a ellos. Asumir que se está en presencia de
un nuevo liderazgo.
La
nueva generación está permanentemente en línea y a través de ese medio pretende
resolver todos los asuntos y abordar todos los problemas que se le presenten.
Pero a
la generación Z y a la generación del milenio le anteceden los nacidos en las
décadas de los 80 y 90. Estas personas ya se encuentran incorporadas al mercado
laboral.
Esta
generación se caracteriza por ser desconfiados, pues los millennials tienden a
constatar toda la información que reciben en internet, como medio para estimar
si es verdad. No se sienten satisfechos con la política y la religión. No les
es fácil encontrar un trabajo que les brinde independencia.
Otra
característica es el multitasking. Tienen la capacidad de llevar a cabo varias
tareas al mismo tiempo y, de paso, lo hacen con habilidad. Tal característica
obliga a las empresas a poner a su disposición el acceso a todas las
plataformas posibles, de manera que les permitan la interacción comunicacional
en todo momento. Las redes sociales son su forma de interacción y
socialización.
Hay que
advertir que no porque esta generación sienta un gran apego a la tecnología y
sus aparatos, no cultive las relaciones, sólo que las abordan de diferente
manera. Son una generación netamente social que disfruta enormemente de la
convivencia.
Los
millennials aprecian sobremanera la calidad de los productos y su desempeño.
Para ellos el buen servicio es fundamental. Eso sí, aspiran al servicio directo
y personalizado que responda a sus necesidades personales y profesionales.
Cuando compran, adquieren más que el producto, la experiencia.
Se cree
que para 2020, los jóvenes que conforman esta generación abarcarán el 50 por
ciento del mercado laboral. Es decir, es algo que está a la vuelta de la
esquina.
No se
apegan a los empleos, quieren siempre buscar algo nuevo. Su currículo circula
en las redes permanentemente.
En
virtud de que mantienen un conflicto con las reglas de la cultura
organizacional, prefieren el desempeño freelance.
Quieren
que la innovación sea una constante en sus trabajos, la disfrutan y la ansían.
La procuran. Buscan el reconocimiento.
Gustan
del ahorro a largo plazo. Por ello al principio se ubican en trabajos estables
por un tiempo que les permita hacerse de un capital para luego procurar
su independencia a través de emprendimientos y negocios propios.
Por todo
esto es que las empresas deben montarse rápidamente al autobús de los nuevos
tiempos y adaptarse a esta generación nueva que muy pronto estará al frente de
ellas dirigiéndolas.
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