Por Mauro Libi.- Hay que conocerse, definitivamente esa es
la fórmula del éxito.
He allí una gran diferencia entre quienes tienen éxito en la
vida y en los negocios y entre los que no, los que se conforman con una vida
“normal”, “simple”.
Quien es exitoso, por ejemplo, conoce su mente y por ende
tiene control sobre su vida y sus actos. Son disciplinados, poseen inteligencia
emocional y en base a ello hacen el diseño de sus vidas y sus proyectos
profesionales.
Es que estas personas se han tomado el tiempo necesario para
observarse y determinar y aprender el funcionamiento de sus mentes para sacar
así el mejor provecho de ellas.
La mente humana está conformada por dos partes, el
subconsciente y el consciente.
La mente consciente es la depositaria de los pensamientos y
el lugar donde se diseñan los planes y proyectos, es el lugar de lógica. Sobre
ella, algunos estudiosos han llegado a asegurar que la mente consciente sólo
desarrolla del 1 al 5 por ciento del trabajo mental.
A esto se debe que al ser humano le sea tan difícil cambiar
hábitos que tenga enraizados en su comportamiento, tal como el fumar o beber,
pues para ellos se recurre únicamente a la fuerza de voluntad que es un
accionar de la mente consciente.
La estrategia es aprender a usar de manera eficiente y
eficaz la mente consciente, de tal manera que esta dirija la mente
subconsciente.
Ahora bien, la mente subconsciente es la parte de la que no
se tiene conocimiento y que realiza del 95 por ciento de lo que se piensa, se
dice y se hace.
En el subconsciente reposa, incluso, la responsabilidad de
las funciones motoras, de respirar, de hacer que el sistema inmune funcione,
etc.
El no entender esto lleva a que las personas se dejen
dominar por la mente subconsciente y se hacen presa de los pensamientos y
conductas negativas sin ejercer ningún control sobre ellos.
Es una mente en la que se impone el hábito y se da por
sentado que eso es lo normal y la única realidad que se puede aceptar.
Se manejan criterios de escasez y de fracaso aprendidos
desde la niñez y no se hace nada por cambiarlo. El subconsciente condicionado por
un modelo de vida aceptado socialmente es el que ejerce el control sobre las
personas.
Pero esto es posible cambiarlo y diseñar una vida de acuerdo
a lo que su imaginación y deseo le dicte. Lo primero es decidir hacerlo, es el
primer paso.
Hay que recondicionar el subconsciente y separarlo de la
idea de que el ser humano es solamente pensamiento. No, el hombre es algo más que puras ideas. Pero hay que cambiar los pensamientos para poder entonces
cambiar la vida.
El ser humano tiene el poder de escoger cuáles pensamientos
alberga en su mente para entonces comenzar a reprogramar su mente
subconsciente.
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