lunes, 15 de agosto de 2016

Mauro Libi Crestani: Comunicación es una clave del éxito empresarial


Por Mauro Libi Crestani. Para quien no lo ha notado, estamos en el siglo XXI, y en esta época la comunicación juega un papel vital en las empresas y emprendimientos. Ya los viejos esquemas en los cuales la información era unidireccional, de arriba hacia abajo, no tiene vigencia. 

La comunicación es biunívoca, de retroalimentación, total, por lo que tampoco funciona que el retorno se quede en los cuadros medios de gerencia.

La gestión en estos tiempos apunta a alcanzar altos niveles de competitividad y alto rendimiento, productividad. En esa onda se han embarcado las organizaciones que quieren permanecer en el tiempo y por eso mejoran sus procesos de calidad, la optimización de sus productos y/o servicios, mejoras en los métodos y modos producción, innovación. Mauro Libi Crestani

El nuevo reto que se pone sobre la mesa es la búsqueda de la eficiencia y la revisión de los procesos a objeto de afinarlos y actualizarlos. Sin perder calidad se enfilan las empresas a la reducción de los tiempos de producción, aminoramiento de los costos, eficiencia.

En toda esta reingeniería de la producción un factor es vital: la gente, el personal, los trabajadores.

Para que la organización pueda funcionar, para que pueda abordar el tren de los nuevos tiempos y las nuevas exigencias, los que conforman las empresas y/o emprendimientos, todos, deben estar al tanto de gestión, tienen que conocer cómo es el funcionamiento operativo que se quiere procurar, tienen que participar, tener voz y ser escuchados. Al fin y al cabo, nadie mejor que ellos conoce el monstruo por dentro y, por tanto, tienen que ser tomados en cuenta. Mauro Libi Crestani

Escuchar y atender, esa es la pauta nueva en las organizaciones. Participación total. Comunicación total. De no ser así, cualquier cambio está condenado al fracaso. No operan las transformaciones si hay desconocimiento de los trabajadores.

Para que la comunicación sea óptima, es preciso que se cumplan algunas premisas, tales como la confianza organizacional, en primer lugar, pues el trabajador debe confiar en la empresa y en el empresario. Para ello el empoderamiento del empleado es fundamental. Y esto se logra con conocimientos y capacidades que doten a los colaboradores de criterio.

Luego tenemos las conductas que se premian, pues las organizaciones deben reconocer el comportamiento que le permita el crecimiento, la rentabilidad, la eficiencia y la productividad. Mauro Libi Crestani

En tercer lugar está el compromiso e implicación, por lo que sin preámbulos, sin medias tintas, sin ambages de ninguna naturaleza, hay que comprometer a los trabajadores. De no ser así, el mercado nos quedará grande. Investigue, por tanto qué quieren sus empleados, sus aspiraciones, su visión, qué piensan de la empresa. Sólo así se implicarán.


Si no hay compromiso por parte de los trabajadores para con la misión empresarial y se sienten plenamente identificados, poco se podrá avanzar. No importa que tan óptima sea la política salarial, sino se hacen proactivos, si no hay una comunicación efectiva, simplemente no habrá progreso y su proyecto empresarial se quedará en el papel. Mauro Libi Crestani

Sigueme @maurolibi12

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