Por Mauro Libi Crestani. Uno de los objetos
de estudio de la psicología positiva es el optimismo. En ello ha inve rtido
horas de investigación. Esta fortaleza humana es una de las más analizadas.
La razón
de ello es que cada vez más personas, empresas y emprendimientos trabajan para
implantar modelos de gestión que apunten a la creación y consolidación de
organizaciones saludables a través de alcanzar el bienestar entre quienes las
conforman.
No se
trata de un deseo caprichoso o de una moda de las que tanto pululan en los
últimos tiempos en los que infinitas doctrinas surgen que prometen mundos de
realización con el sólo deseo del pensamiento, que niegan la existencia de
problemas y que presentan soluciones al estilo de lámparas maravillosas que con
solo frotarlas dan solución a las adversidades.
No.
Desarrollar el optimismo —y está demostrado que así es— como recurso personal
contribuye al éxito de las personas, equipos de trabajo y organizaciones. El
optimismo facilita el logro de objetivos y alcanzar las metas.
Igualmente
se ha demostrado que es posible aprender y potenciar el ser optimista. Mauro Libi Crestani.
Científicos
han establecido que potenciar el optimismo inteligente a través de diversas
actividades contribuye al desarrollo personal y por ende permite un mayor
rendimiento y productividad. Y es que el optimismo genera bienestar, salud.
Aclaramos
que hablamos de optimismo inteligente, puesto que no eludimos la adversidad, lo
cual es una realidad, sino que la enfrentamos a través de una actitud
resiliente.
Quien es
optimista ve la adversidad como un hecho puntual en el tiempo, un hecho
concreto y circunstancial.
El
pesimista se deja vencer ante la adversidad.
Hay una
variedad de actividades que ayudan a potenciar el optimismo, tales como
identificar nuestra manera de explicar los problemas y las adversidades;
practicar la gratitud; hablar acerca de lo bueno de nosotros mismos; disfrutar
cada momento; establecer objetivos; desechar los pensamientos o frases
negativas; el buen humor.
Es
necesario asumir una práctica positiva ante la adversidad y desechar el
sentenciar el fracaso o la irresolución de los problemas. No se trata de esoterismo,
se trata de programación personal. Admitimos que hay problemas y adversidad,
pero lo importante es la actitud que asimismo mostramos frente a esto. Debemos
entonces reconocer la adversidad, ver qué pensamos de ella y luego cuál puede
ser su consecuencia. Aquí estamos reconociendo una realidad. Lo importante es
cómo lo abordamos.
Debemos
aprender a dominar nuestros pensamientos, principalmente los pesimistas,
aquellos que de antemano declaran la imposibilidad de resolver los problemas. Mauro Libi Crestani.
Luego de
identificar los problemas, preguntémonos qué se puede hacer para solucionarlos,
veamos las opciones, analicemos y procedamos a implementar las acciones que nos
llevarán a superar la adversidad. El asunto está en no dejarse ahogar ante los
inconvenientes.
Así que,
adelante, pruebe ser optimista. Mauro
Libi Crestani.
Sigueme @maurolibi12
No hay comentarios:
Publicar un comentario