Al
analizar su negocio, empresa o emprendimiento, ¿cómo lo calificaría? ¿Cómo una
organización positiva o negativa?
Deténgase
por un tiempo a estudiar su negocio y haga el diagnóstico respectivo cuanto
antes.
Créanos
que es importante, pues de hacer esta evaluación puede que surjan las
respuestas a las interrogantes que se ha hecho durante mucho tiempo acerca del
porqué de la merma en los niveles de rendimiento de su organización.
En las
últimas entregas hemos estado hablando de la aplicación de la psicología
positiva en el ámbito empresarial y, en tal sentido, queremos hacer énfasis en
el hecho de que el comportamiento positivo de las personas que conforman su
institución, repercute en el ambiente de las mismas pues genera un clima
agradable y grato, al tiempo de que aumenta los niveles de compromiso del
personal para con la empresa.
Y es que
diversos estudios han determinado que existe una relación directa entre el
positivismo en las personas y los recursos positivos disponibles de los que
pueda apropiarse en el ámbito organizacional. (Mauro Libi)
¿De qué
recursos estamos hablando? Pues de las habilidades y competencias que posean
las personas que integran su organización y el factible y efectivo uso que de
ellas puedan hacer en el desempeño de sus funciones.
Es
determinante la autonomía del puesto de trabajo, la claridad y la definición
exacta de las tareas a desempeñar, la responsabilidad y autoridad que se tenga
en el empleo, las demandas laborales realistas, la retroalimentación en la
relación empresa-trabajador, el apoyo con que se cuenta por parte de las
jerarquías superiores, las condiciones de salud, higiene y seguridad y la
oportunidad de contacto social, por nombrar algunos. (Mauro Libi)
Pero por
muy buenas condiciones que existan para el desarrollo de las habilidades y de
la variedad de recursos con que cuente el trabajador para el desarrollo de sus
funciones, indiscutiblemente el salario sigue teniendo un peso importante a la
hora de que el empleado pondere su realidad dentro de toda organización.
Súmele a
eso el que se cumplan condiciones básicas como decencia, ausencia de
discriminación, inexistencia de abuso, equidad.
Entretanto,
una organización negativa dejará al descubierto como los anteriores factores
pondrán de manifiesto una serie de síntomas que repercutirán en el desempeño de
su empresa, entre ellos, la falta de una dirección única o definida, condiciones
claras que impiden el avance de los trabajadores, descoordinación en los
niveles de jefatura, exceso de controles, malos procedimientos, gestiones y
mecanismos engorrosos que sólo propician la parálisis y la burocracia, la
informalidad, la ausencia de planificación, altos niveles de rotación de
personal, un nulo trabajo en equipo, falta de creatividad, ausentismo laboral,
enfermedades, carencias en liderazgo y en motivación.(Mauro Libi)
Entonces,
¿en qué renglón ubicaría a su empresa?
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